Comenzó en Santiago la 46° Asamblea General del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), con la asistencia de 40 países y organismos técnicos internacionales.
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El director del Servicio de Impuestos Internos (SII), Julio Pereira, afirmó hoy que el control de la evasión es un imperativo ético no sólo para las administraciones tributarias, sino también para el Estado y el país en su conjunto, al inaugurar la 46 Asamblea General del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), que se efectúa en Santiago.
"La evasión no sólo erosiona los ingresos fiscales, comprometiendo la política fiscal, sino que además, atenta contra el orden público económico al permitir una competencia desleal, entre los diversos agentes económicos. Quienes evaden los tributos, compiten deslealmente al colocar sus bienes y servicios en el mercado a precios más bajos y con márgenes de utilidad superiores a aquellos que pagan debidamente sus impuestos", afirmó.
Delegados de 40 países integrantes y observadores del CIAT, además de representantes de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Económica para América Latina (Cepal), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización para la Cooperación y del Desarrollo Económico (OECD), entre otros, asisten a los cuatro días de la reunión, cuyo tema central se denomina "Mejorando el desempeño de la administración tributaria: el control de la evasión y la asistencia a los contribuyentes".
Cumplimiento y contribuyentes
Julio Pereira dijo que el incumplimiento de las obligaciones tributarias puede deberse a diversos motivos, entre ellos, el desconocimiento de la ley, la incorrecta interpretación de la norma o bien a una actitud deliberada e intencional. Cualquiera sean los motivos para no cumplir y las formas elaboradas o simples, todas representan un riesgo que se debe afrontar.
Pero acometer lo anterior, necesariamente requiere establecer la actitud del contribuyente respecto del cumplimiento tributario.
Al respecto, hay contribuyentes que están dispuestos a cumplir y hacer lo correcto, para los cuales son primordiales las acciones de facilitación y asistencia que el organismo tributario pueda ofrecerles, como propuestas de declaración, los trámites online y talleres educativos con asociaciones gremiales y empresariales, entre otros.
Hay otro grupo de contribuyentes que no cumplen voluntariamente, pero lo harán si la administración les presta atención. Con ellos se aplican estrategias de "disuasión" basadas en cruces de información que permiten una fiscalización masiva y rápida, como la Operación Renta y próximamente la Operación IVA.
Finalmente, hay un grupo que son los decididos a no cumplir, a los cuales se les debe aplicar con el máximo rigor de la ley, estrategias de fiscalización selectivas, mediante auditorías, sanciones o la persecución del delito tributario.
"Disminuir la evasión requiere un esfuerzo de toda la organización y no debe limitarse a un uso eficiente de la información y herramientas disponibles para generar acciones de fiscalización directas hacia los evasores, sino también enfocarse en acciones que permitan facilitar el cumplimiento tributario de quienes cumplen, para que mantengan dicha conducta", afirmó el director del SII.
Administración de excelencia
Pero luchar contra la evasión de impuestos requiere de administraciones tributarias de excelencia, un requisito fundamental para tener éxito en alcanzar dicho objetivo.
"Necesitamos una administración tributaria cuyo fundamento ético y respeto irrestricto al principio de reserva legal consagrado en nuestra Constitución sea garantía de equidad, con actuaciones y procedimientos estrictos y rigurosos, pero a la vez claros y transparentes, iguales para todos y privilegiando siempre lo objetivo y técnico sobre cualquier otra consideración", dijo.
Esto es "un verdadero imperativo moral que mantendrá la legitimidad ante la ciudadanía y hará más eficiente nuestro accionar", agregó.
Al respecto, Julio Pereira explicó a los asistentes a la conferencia del CIAT que los contribuyentes chilenos evalúan anualmente al SII mediante una encuesta que realizan consultores externos, pronunciándose respecto a la calidad de atención que reciben, y cuyo resultado –expresado en lo que se denomina Índice de Satisfacción Neta (ISN)- está directamente relacionado con una parte de las remuneraciones de los funcionarios.
El ISN fue de 61,1% el año 2009; 67,3% el 2010 y 71,3% el 2011, colocando al SII sobre organismos privados como bancos y compañías de servicios y de organismos públicos que siempre han sido muy bien evaluados por la ciudadanía.
Agregó que el SII tiene como retos ser capaz de responder con profesionalismo a los desafíos que plantean temas como los precios de transferencia, las tasaciones de intangibles, los tratados internacionales y los intercambios de información, "todo ello manteniendo la despolitización de nuestras administraciones y el respeto irrestricto a la ley, al derecho de propiedad y demás garantías constitucionales de los contribuyentes".
Concluyó señalando que la tarea del SII se resume en tres palabras: Recaudación, Justicia y Certeza Jurídica.