7. IMPACTO SOBRE LA COMUNIDAD
7.1 Protección del ambiente y conservación de los recursos.
La teoría económica reciente ha puesto especial interés en los impuestos destinados a corregir imperfecciones de mercado, en particular en el área de externalidades negativas como la contaminación ambiental. En países desarrollados donde se ha implementado este tipo de tributación, la participación de las autoridades tributarias ha resultado decisiva en materia de protección y conservación medioambiental, toda vez que a ésta le corresponde promover y fiscalizar el cumplimiento de dichos gravámenes.
La estructura tributaria chilena si bien no contempla impuestos especiales a la contaminación, contiene algunos elementos orientados a la tributación de consumos asociados a efectos externos negativos y en cuyo cumplimiento, la acción del SII ha jugado un importante papel para que constituyan señales eficaces de protección medioambiental.
En efecto, la tributación que afecta a los combustibles aun cuando no puede ser catalogada de 'ambiental' constituye un elemento de desincentivo del uso de vehículos, lo que es un aporte tanto en términos de contaminación como de congestión vial, como ha sido reconocido por distintos sectores de opinión.
En el contexto de lo anterior, el SII ha dedicado esfuerzos crecientes destinados a controlar el correcto cumplimiento de los impuestos a los combustibles. Por ejemplo, en el caso del impuesto a la gasolina el SII desde 1990 ha incluido en los planes de presencia fiscalizadora a las empresas expendedoras de combustible, a fin de controlar su adecuada declaración. Una cosa similar ha realizado en materia de impuesto al petróleo, en donde los esfuerzos de control se han centrado en la devolución de dicho impuesto. Las cifras en este último caso, son bastante elocuentes ya que según estimaciones basadas en la Matriz de Insumo Producto de 1986, los niveles de evasión por devoluciones se situarían entre un 30% y 50%, mientras que para 1995 dicho indicador ha sido estimado en sólo un 23,2%. En consecuencia, la eficacia de este mecanismo como disuasivo del consumo de un producto con externalidades negativas, ha mejorado ostensiblemente por el mejor desempeño del SII en la fiscalización de su cumplimiento. Se agrega a todo lo anterior, el aporte del Servicio en la determinación de los aspectos tributarios que permitieron el uso del gas licuado --combustible menos contaminante en términos relativos-- en los vehículos motorizados en la zona de Punta Arenas, y, a partir de esa experiencia, su participación en los proyectos que persiguen una próxima implementación en la Región Metropolitana.
Otro ejemplo de lo anterior se haya reflejado en el control y fiscalización del cumplimiento del Impuesto Territorial, cuya recaudación destinada a las Municipalidades va en directo apoyo de las acciones de mejoramiento ambiental que ejecutan estas entidades a nivel local. Pero no sólo eso, ha sido el propio SII quien ha impulsado el establecimiento del cobro de una sobretasa a los sitios eriazos ubicados en zonas urbanas, favoreciendo el que éstos sean construidos y evitando con ello que se acumulen basuras o se levante polvo aportando partículas sólidas que contaminan el aire en las ciudades. En la misma línea se inscribe la medida de considerar como no agrícolas para la determinación del Impuesto Territorial a los predios ubicados en loteos o conjuntos y que hayan cambiado de hecho su uso con fines turísticos o de balneario, comerciales, industriales o parcelas de agrado. La retasación de éstas últimas como habitacionales constituye una señal correcta para desincentivar el crecimiento descontrolado en los alrededores de las ciudades y con ello la intensificación del tránsito por caminos no pavimentados, la falta de sistemas organizados de recolección de basuras, etc.
Por otra parte, y a un nivel 'micro', el SII también ha venido integrando al desarrollo de sus tareas habituales una serie de prácticas asociadas a evitar daños al medio ambiente y a minimizar efectos negativos en esa área. Como ilustración de lo anterior se mencionan algunos ejemplos:
La política desarrollada en los últimos años para la apertura de nuevas Unidades u oficinas locales del Servicio ha favorecido directamente a miles de contribuyentes que anteriormente estaban obligados a efectuar sus trámites desplazándose a otra ciudad o, dentro de la misma ciudad, a otra comuna distante de su domicilio o lugar de trabajo. Con lo anterior se evitan desplazamientos y traslados innecesarios dentro de las ciudades que terminaban impactando negativamente la congestión vehicular y agravando los problemas de contaminación ambiental que padecen algunos centros urbanos.
También reflejan la real preocupación del Servicio por el tema ambiental aspectos como el menor uso del papel en muchos de los trámites producto de la eliminación de formularios innecesarios, lo que constituye una contribución directa para disminuir la acumulación de materiales que posteriormente serán deshechados; el incentivo a la utilización cada vez más intensiva de la red internet para la realización de trámites con lo que se evita que contribuyentes se desplacen al SII, ocupando medios de movilización que contribuyen a la polución y a la congestión; la instalación de una red computacional interna, la Intranet, en la cual los funcionarios podrán acceder a las Circulares del Servicio directamente en sus computadoras, lo que permitirá eliminar casi en su totalidad el millón de hojas que hoy se emplean en copias de estas Circulares en papel, que es el medio que se utiliza para informar a los funcionarios actualmente; el diseño de los nuevos locales, en especial las áreas de atención de público, que ha considerado mantener buenas condiciones de aireación, higiene e iluminación, enfatizándose los sistemas de aseo; y el que toda la flota de vehículos del SII haya sido normalizada a vehículos con convertidor catalítico.