El Servicio de Impuestos Internos (SII) informa que hoy martes 26 de septiembre, entabló querellas en contra de siete personas claramente individualizadas y las otras que resulten responsables, por delitos tributarios configurados a partir de la sustracción y venta clandestina de combustibles, cometidos en las proximidades de la ciudad de Rengo.
Todos ellos son considerados como coautores del delito tributario previsto y sancionado en el artículo 97, número nueve, del Código Tributario, el cual establece que se castigará: “el ejercicio efectivamente clandestino del comercio o de la industria con multa del 30% de una unidad tributaria anual a cinco unidades tributarias anuales y con presidio o relegación menores en su grado medio y, además, con el comiso de los productos e instalaciones de fabricación y envases respectivos”.
Los hechos apuntan a que choferes de una empresa de transportes estaban sustrayendo petróleo de los camiones que les correspondía conducir, el cual vendían en las rutas que le eran asignadas, concentrándose tales ventas ilícitas y clandestinas de petróleo en la carretera 5 Sur, en una zona de servicios pasando el cruce a la ciudad de Rengo (Sexta Región).
Las operaciones de venta se verificaban materialmente en un puesto de vulcanización existente en la zona de servicios mencionada, con la ayuda de bombas y recipientes destinados a la sustracción y almacenamiento del petróleo. Los dueños y dependientes de la vulcanización bajo la cual se escondía la venta de combustible, ofrecían comprar petróleo a los choferes que transitan por el sector, a fin de venderlo a su vez a transportistas de la zona.
El valor al cual se adquiría este combustible, de acuerdo con los antecedentes, variaba entre $250 y $300 pesos el litro; en tanto que era ofrecido para la venta informal a un valor de $390 pesos por litro, sin cumplir con la tributación correspondiente a estas ventas.
Por orden del Ministerio Público, la Policía de Investigaciones de Chile indagó las denuncias, estableciendo la efectividad del comercio de combustible ejercido de manera clandestina, quedando registros magnéticos de ello.
En cuanto a la magnitud del negocio ilegal, según las personas a cargo de éste, produciría ganancias cercanas a los $200.000 diarios.