Al ser emitida una letra de cambio, debe pagar el Impuesto de Timbres y Estampillas el beneficiario o acreedor, pues tiene la calidad de sujeto del impuesto, lo que no impide que pueda recuperar dicho impuesto de parte del aceptante, según lo dispone el artículo 9° de la Ley de Timbres y Estampillas.