DISCURSO
PRONUNCIADO POR EL PRESIDENTE DEL COLEGIO DE CONTADORES DE CHILE, LUIS
WERNER-WILDNER, DURANTE LA INAUGURACIÓN DEL XVI CONGRESO NACIONAL DEL
COLEGIO DE CONTADORES DE CHILE, IQUIQUE 2004 En
esta solemne ceremonia realzada con la presencia de las máximas autoridades de la Primera Región y con la
asistencia especial del señor Director Nacional del Servicio de
Impuestos Internos, de los señores Vicepresidentes de Difusión y de
Afiliaciones y del Director Ejecutivo de la Asociación Interamericana
de Contabilidad, damos inicio a un nuevo Congreso Nacional del Colegio
de Contadores de Chile. En
los 46 años de existencia de nuestra organización gremial hemos
realizado 16 reuniones de este tipo. En ellas hemos tratado los temas de
importancia para la profesión, de acuerdo con las circunstancias del
momento. De cada congreso hemos salido fortalecidos, buscando los
horizontes que el progreso exige a la profesión contable. Quisiera
reflexionar sobre ciertas situaciones de importancia para nuestra
institución que estimo necesario sean profundamente analizadas por cada
uno de los miembros de la Orden, especialmente de los que participarán
en este Congreso Nacional, con el objeto de proponer las mejores
soluciones y tomar óptimas
decisiones en beneficio de la profesión y cada uno de sus miembros. Aspectos éticos
Hemos
sido testigos de la bochornosa
situación creada por algunos seudo profesionales
que han participado en una serie de actos reñidos no sólo con
la ética profesional, sino también con la moral y las buenas
costumbres. Dichos hechos han sido profusamente difundidos por la prensa
escrita y un canal de televisión de cobertura nacional. Hemos tratado
de hacer ver ante la opinión pública que las personas involucradas no
pertenecen a nuestra organización, haciendo presente que la colegiatura
es un seguro de calidad que el contador entrega a su cliente. Estamos
empeñados en una verdadera cruzada por reivindicar
la profesión de contador que, sin mayores investigaciones,
muchas veces es atacada injustamente. Esto no quiere decir que algunos
de nuestros colegas no transgredan la normativa deontológica. Sí,
efectivamente, algunos lo hacen, pero son sometidos al juicio de
nuestros tribunales éticos y, si los hechos lo ameritan se les aplica
el código de normas deontológicas del Colegio. Hasta
la fecha las sanciones éticas no pasan de ser
sanciones morales pero, con mucho orgullo, debo informarles que
el Honorable Senado de la República
acaba de aprobar una disposición que devuelve a los Colegios
Profesionales la potestad sobre la ética profesional. Y lo digo con
orgullo, porque siguiendo un mandato del Consejo Nacional, integré una
Comisión en la Federación de Colegios Profesionales Universitarios de
Chile que, desde su fundación, ha luchado por hacer realidad esta
antigua aspiración de los Colegios. Esperamos que, a corto
plazo, la Cámara de Diputados trate en sala este tema y que muy pronto
sea Ley de la República. Desde
esta tribuna hago un llamado a los parlamentarios para concretar a la
brevedad esta aspiración gremial de todos los Colegios Profesionales,
que viene a poner justicia ante la pérdida de estatus experimentada por
estas organizaciones intermedias de la sociedad cuando fueran
transformadas en asociaciones gremiales hace ya más de 20 años . Aspectos tecnológicos
En
los últimos años hemos sido actores de la creciente tecnologización
de la profesión. La aplicación
de la tecnología nos complicó en un comienzo.
Hubo las dificultades lógicas
de lo nuevo y la incertidumbre de lo que vendrá, pero fuimos
capaces de superarnos y hoy
día no podríamos trabajar sin utilizar la valiosa herramienta
computacional. Pero, atención, el progreso no se detiene; en el corto
plazo serán realidades las aplicaciones virtuales y, seguramente,
nuestro trabajo se realizará sin la utilización de papel. No
debemos cerrar los ojos a estas nuevas circunstancias. No
miremos el progreso científico tecnológico como una amenaza; mirémoslo
como una oportunidad. Transformemos nuestras debilidades en fortalezas y
si es necesario reconvertirnos, hagámoslo
hoy anticipándonos a los acontecimientos. Recuerden que hace 50
años ante la aparición de las máquinas de contabilidad se dijo que éstas
iban a reemplazar a los contadores. No ocurrió así; al contrario,
nuestro trabajo se hizo más llevadero, más rápido y más seguro. Lo
mismo ocurrió con la computación
hace pocos años, y lo mismo ocurrirá con la virtualización. No
me cabe la menor duda, ya que la profesionalización y el talento no
desaparecen con la llegada del progreso. Al contrario, lo incrementan.
No olvidemos que estamos viviendo una era de cambios y no un cambio de
era, de la cual somos actores principales. Debemos, en consecuencia,
caminar con los tiempos. Debemos, eso sí, hacer ver a la autoridad que
somos los contadores y no los pequeños empresarios,
los que hacemos el gasto, los que invertimos en tecnología, los
que asumimos tareas que en el pasado correspondían a algunos empleados
públicos. Los contadores, de esta manera, cumplimos nuestro rol como
agentes del desarrollo del país. Futuro
de la profesión El
futuro debe ser una de nuestras mayores preocupaciones como gremio. El
futuro está en la educación, en una educación formativa y permanente,
de calidad. Por ello debemos incrementar
nuestras alianzas con las universidades para elevar cada día más
el nivel de nuestros colegiados actuales y de los futuros socios del
Colegio. El
futuro está aquí, hoy día; nos lo demuestran los tratados de libre
comercio que ha firmado el Supremo Gobierno, que nos involucran como
gremio en conceptos tales como acreditación de carreras y certificación
de profesionales. La
internacionalización de la profesión, producto de ese
lugar común denominado globalización, es una realidad que no
podemos evadir. La profesión cambia, los principios y normas a que
hemos estado acostumbrados varían día a día. Debemos estar alertas y
caminar con los tiempos. Esto no es retórica: es una realidad tangible
que debe preocuparnos. El
Consejo Nacional, consciente de estos hechos, se ha preparado
adecuadamente. Mediante la ayuda del Banco Interamericano de Desarrollo,
está avanzando en un proyecto que busca que el país camine hacia la
convergencia con las normas internacionales de contabilidad y auditoría.
Paralelamente, se elaborará
un proyecto de certificación profesional que permita que nuestros
contadores puedan ejercer en otras latitudes. Palabras
finales Profesión,
ética, tecnología, ¿qué nos falta?. Tal vez un poco de humanismo en
la diversidad en que vivimos. Más que profesionales somos seres
humanos. Más que gente de éxito,
somos miembros de una sociedad que deseamos más igualitaria gracias a
nuestro aporte. Trabajemos para ello. Finalmente,
quiero terminar mi mensaje haciendo un reconocimiento a los Contadores
de Iquique. Ellos, más que
organizar este Congreso, han sabido construirse
a sí mismos como hombres que
al ver destruida su obra en
un momento, han logrado - utilizando palabras de Kipling - reconstruirla
“con útiles mellados”, Mi
homenaje a los dirigentes iquiqueños por su hombría, su tesón y su
amor al Colegio de Contadores de Chile. Ellos son un ejemplo digno de
imitar. Mi
homenaje y afecto fraternal a Raúl Romero, ejemplo de dirigente,
Contador y ser humano. Muchas
Gracias Santiago,
14 de octubre de 2004 |